La terquedad es insistir que el cuadrado es redondo. Esta actitud nos puede hacer inflexibles, ya que nos lleva a aferrarnos a nuestras convicciones sin escuchar las de otros y permitir que el ego salga a flote desde la prepotencia, ya que jamás admite errores u otras razones.
Puede ser que algunas veces no logremos diferenciar cuando estamos asumiendo una actitud u otra. Preguntarnos si realmente queremos y necesitamos aquello por lo que estamos luchando y si el lograrlo es para nuestro bien y el de los involucrados, nos puede ayudar a identificar si estamos siendo persistentes o simplemente tercos.
JV
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