Es así como caemos en excesos o defectos, de trabajo, relaciones mal sanas, comportamientos beligerantes con nuestra salud y autocuidado, entre otros; sustentados en idealizaciones, miedos o necesidad de someternos a un deber ser, bajo excusas y justificaciones que solo habitan en nuestra mente.
Un poco de oscuridad en la vida genera un tipo de equilibrio que en algún momento te lleva sabiamente a encontrar luz en medio de la incertidumbre y los problemas. Consumirte en la oscuridad, entendiendo que te lastima a ti y a otros por voluntad propia, puede sumergirte en un proceso autodestructivo.
Observa el lado oscuro de ti o de la situación que estés viviendo, elabora el proceso, aprende y cuanto antes migra hacia otro lugar de ti mismo, donde puedas reconocer la experiencia y entender que ya no necesitas mantenerla y mucho menos repetirla.
JV
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