Cuando eres capaz de mantenerte con los pies puestos en la tierra, la mente en tu ahora y el corazón centrado en el amor hacia ti mismo, descubres el placer de estar vivo y reconocer que las dificultades habitan en el espacio del ayer y del mañana.
Tu ahora, este breve minuto que en uno mas será parte del pasado, es lo único real, básico y absolutamente elocuente, por que es ahora donde puedes ver tu realidad, disfrutar el entender que todo es transitorio, que todo es tan grande o pequeño y tan malo o bueno, como las proporciones de tu mente lo definan, pero que en la simplicidad de este instante todo es verdadero, tangible y usualmente llevadero.
Respira y quédate en tu ahora, suelta las cargas, un paso a la vez, céntrate en ti y permite que el universo actúe a través de tu serenidad para traer de vuelta la paz y la felicidad que tu alma ansía.
JV
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