Todo es energia y siendo así, todos estamos hechos de la misma esencia.
Estamos conectados por una frecuencia invisible que nos une inevitablemente.
Tus reacciones positivas o negativas afectan el equilibrio de otros, incluso aquellas que se expresan con tu leguaje no verbal.
Tus pensamientos, emociones y comportamientos generan un halo de energía de ida y regreso, de tal manera que todos somos responsables de la vibración energética del entorno colectivo de paz, tristeza, ira, odio, amor o alegría.
Que tan consiente eres del equilibrio que te permites dar y recibir a través de lo que piensas, dices y haces?
Todos somos uno, si fluyes en armonía consciente, será esta vibración de la que estarán construidos los pilares del espacio en el que habitas.
La Paz en tu mente y en tu corazón es la energía que siembras para recibir de ese misma frecuencia en tu vida.
JV
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