lunes, 22 de julio de 2013

Camino hacia el Perdón

Para que exista el perdón debe existir un motivo, una causa o agresión real que genera dolor, ansiedad, tristeza, desolación o rabia.
Es aquí cuando el ego vuelve a tomar fuerza e interpreta circunstancias injustificadas o débiles, como motivos suficientes para tomártelo personal.

Si escudriñas las verdades aparentes que se posan frente a ti, encontrarás que la mayoría de ellas no son en contra tuya, simplemente son hechos cotidianos representados en comportamientos de terceros que actúan atendiendo su propia conciencia, sin necesariamente  tener la intención de ofenderte.

Se compasivo al juzgar, no interpretes, no te lo tomes personal, no supongas y si después de revisar determinada situación, definitivamente concluyes que si hay motivos suficientes para sentir dolor por causa de otros que son importantes en tu vida, entonces permite que el amor que fluye en ti se expanda y libérate de esa sensación que te atormenta, Perdona, finalmente la otra persona no esta viviendo la experiencia desde tu óptica, por lo que la carga se vuelve solo tuya.

Recuerda que cada ser y circunstancia que pasa por tu vida, son espejos que te hablan de tus propias falencias, susurrándote al oído que no todo tiene que ser cuando y como tu quieras, que realmente nada es personal, que el ego que te indica que te están agrediendo puede ser doblegado.

Es aquí y ahora, donde el susurro de un Angel te está mostrando la parte de ti que debes trabajar y probablemente en este momento entiendas que no hay nada que perdonar porque realmente nunca fuiste ofendido.

JV


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