De una manera u otra siempre estas vendiendo algo, imagen, emociones, convicciones, pensamientos o doctrinas, pero realmente has comprado lo que vendes?
Si no has aplicado en ti las verdades que inculcas a otros, el empoderarte de la imagen que vendes podría no ser tan fácil.
Obsérvate y se consecuente entre lo que piensas, dices y haces, permítete implementar en ti primero y en tu vida aquello de lo que quieres convencer a otros.
Gobernarte con tu propio ejemplo te facilita entregar sabiduría a otros.
Compra lo que vendes y disfruta de la utilidad de proyectar tus convicciones
JV
No hay comentarios:
Publicar un comentario